REVIEW: "LA OSADA, LA CASADA Y LA CANSADA"
- Daniel Morales Lopez
- 26 abr
- 5 Min. de lectura
En una cafetería, tres mujeres se reencuentran para revivir viejos tiempos, ajustar cuentas pendientes y descubrir que, a pesar de los años algunas heridas no sanan del todo. "La Osada, la Casada y la Cansada", escrita y dirigida por Sergio Masís, es una comedia que entre risas y confesiones dolorosas reflexiona sobre la amistad y las vueltas de la vida. Con un texto con constantes giros inesperados y todo tipo de situaciones, esta obra nos hace parte de un reencuentro tanto divertido como incómodo.

En un lugar llamado "Cafetería-Bar: Rancho Samaná", se reencuentran tres amigas universitarias: Karen (Flor Porras), Renata (Floribeth Jiménez) y Kiki (Cristina Bruno) tras veinte años de haberse separado, todas fueron convocadas por cartas anónimas. Esta reunión inicia como algo alegre y emotivo pero de repente, se convierte en una confrontación en la que se sacan secretos, confesiones y demás conversaciones en la que salen a la luz traiciones del pasado, frustraciones personales y situaciones que cada una arrastra. Todo esto manejado con un balance entre humor y tensión que hace que logra que pasés por distintas emociones durante la obra.

Sergio Masís como dramaturgo escribe un texto en el que pone varios temas sobre la mesa: cómo las grandes amistades pueden romperse por heridas que no se sanaron a tiempo, cómo las decisiones de la juventud siguen afectando a las personas años después, aunque intenten negarlo. También, como las personas proyectan una imagen de éxito o de felicidad pero en realidad, esconden miedos o frustraciones. Masís escribe un texto lleno de humor pero al mismo tiempo, con reflexiones y cómo en algunos casos, se arrastran heridas del pasado que nunca se cerraron hasta la actualidad.
También, en su trabajo de dirección nos presenta un trabajo muy minucioso ya que cada una tiene un punto de quiebre en un momento del espectáculo, y cada una logra llegar a estos momentos de la manera más natural posible. Pero también, con cada de estas mujeres logra que desde el minuto uno no sospechés de las situaciones con las que estas cargan sino que cada personaje tiene varias capas que poco a poco se van desenvolviendo durante la puesta en escena y lograr que cada momento sea totalmente sorpresivo.

Flor Porras interpreta a Karen, una salonera del restaurante en el que fueron citadas. Este personaje es de los más complejos de la puesta en escena ya que al principio se nos muestra una mujer sencilla, trabajadora y con una gran fe, pero detrás de todo eso tiene una historia totalmente dolorosa. La intérprete hace de Karen un personaje que al principio, se podría decir que es algo inocente ya que no capta la mayoría de los comentarios de sus amigas pero conforme la obra va avanzando nos damos cuenta que es alguien totalmente fuerte que se reinventó y no dejó que el dolor la amargara. Flor Porras logra capturar excelentemente estas facetas del personaje, llevándolo a una interpretación que conmueve y queda en el corazón del público.
Cristina Bruno interpreta a Kiki, una psicóloga con muchos años de estudio. Este personaje es interesante ya que constantemente está en medio de Karen y Renata y en esta lucha sobre qué lado escoger durante las discusiones, y también es esta persona que intenta suavizar los momentos de tensión con humor o cambiando de tema. También, tiene una historia interesante porque al ser psicóloga, tiene las herramientas para entender cómo enfrentar el dolor ajeno en su podcast "Intimierdades" y ayuda a sus seguidores, pero no tiene las herramientas para poder enfrentar las situaciones que ella enfrenta en su vida personal. Cristina hace con Kiki un trabajo muy interesante porque en su momento de quiebre logra este balance perfecto entre lo cómico y lo dramático ya que al verla durante toda la obra con su "humor raro" y al llegar este momento logra esa transición de la mejor manera posible.
Floribeth Jiménez interpreta a Renata, una mujer que se podría decir que tiene el estilo de vida perfecto, pero realmente no es así. Este personaje es de los más explosivos y sarcásticos de la puesta en escena, nos presenta a una mujer fuerte pero al mismo tiempo con cierta fragilidad. Renata usa el sarcasmo como escudo cuando se siente vulnerable ante ciertas situaciones, y también no se permite a sí misma expresar sus frustraciones y finalmente, se quiebra. Jiménez hace que su personaje se convierta en uno de los más queridos por el público por su forma de ser, y sus constantes "salidas" durante la puesta en escena, Floribeth hace que la pasés bien con su personaje pero que al mismo tiempo te des cuenta que en el fondo sigue necesitando amor y aceptación aunque ya ella no lo pida.

Escenográficamente, la obra cuenta con pocos recursos, aún así son los necesarios para poder contar la historia. Tenemos una barra de tragos en la que ocurren alguno de los momentos más divertidos de la obra y está también la mesa principal a la que fueron citadas anónimamente estas mujeres que es donde suceden estos momentos de tensión y los momentos más importantes del montaje. Al ser pocos los elementos, hacen que te enfoqués más en las actuaciones de las actrices y en la dinámica que se genera entre ellas, permitiendo que la historia avance con naturalidad y mantenga atrapado al público.
Con el vestuario hay una propuesta bastante interesante ya que desde un inicio nos cuenta también sobre los personajes: en el caso de Karen, podemos ver un vestido morado hasta cierto punto simple que ya con eso nos cuenta sobre la sencillez y la inocencia que la caracteriza. Con Kiki podemos ver un estilo más libre que nos cuenta sobre el estilo de vida que lleva que es el hippie y con Renata podemos ver desde su caminar, su vestuario que es la que tiene un mejor estilo de vida de las tres y la que está mejor acomodada, incluso en un momento de la obra podemos ver que tiene un plan nutricional lo que refuerza aún más la idea de que lleva una vida estructurada y enfocada en el bienestar personal, en contraste con las otras dos.
El trabajo de iluminación es bastante intencionado ya que refuerza estos momentos en los que hay confesiones importantes, haciendo que el público de una vez reaccione a la situación que está pasando sobre el escenario y logrando que la atmósfera se torne más íntima y cargada de tensión en los momentos clave.

"La Osada, la Casada y la Cansada" es una obra que logra equilibrar el humor y el drama de manera muy efectiva, llevando al público a través de un viaje emocional cargado de risas, confesiones y heridas abiertas. Con un elenco sólido, una dirección precisa y un montaje sencillo pero significativo, la puesta en escena nos recuerda que el paso del tiempo no borra el pasado, sino que lo transforma. Esta propuesta de Sergio Masís es una reflexión sincera sobre la amistad, la resiliencia y las historias que seguimos cargando, aún cuando intentamos dejarlas atrás.

"La Osada, la Casada y la Cansada" se presenta del 25 al 27 de abril, viernes y sábado a las 8:00 p.m. y domingo a las 6:00 p.m. en Teatro Espressivo.
Todas las fotografías utilizadas al hacer este review fueron brindadas por @laosada_cr
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