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REVIEW: "HISTORIA DE UNA GAVIOTA Y DEL GATO QUE LE ENSEÑÓ A VOLAR"

La adaptación de "Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar", dirigida por Esaú Cubero, transporta al público a un mundo lleno de ternura y magia, inspirado en la novela de Luis Sepúlveda. Llevando a escena la historia de Zorbas, un gato que, tras hacer una promesa a una gaviota, se enfrenta al desafío de criar a un polluelo y enseñarle a volar. A través de una puesta en escena vibrante y entrañable, se exploran los valores de la amistad, la solidaridad y la superación, mientras los personajes, tanto humanos como animales, se embarcan en un viaje de aprendizaje mutuo y crecimiento.

Esta adaptación nos cuenta la historia de Zorbas (Cristian Salazar), un gato que vive en el puerto de Hamburgo. Un día, Kengah, una gaviota a punto de (Vivian Bonilla) le encomienda una misión peculiar: debe cuidar su huevo, evitar que se lo coma y, lo más importante, enseñarle a volar al polluelo una vez que nazca. A lo largo de esta emotiva historia, Zorbas, con la ayuda de sus amigos intenta cumplir su promesa, enfrentándose a su propio miedo y a la falta de experiencia.

La adaptación que se realiza de la novela de Luis Sepúlveda es muy acertada ya que respeta la esencia de la novela original conservando los temas que toca: amistad, aceptación de diferencias, el respeto a la naturaleza, entre otros y manteniendo a los personajes principales. También, toma los momentos principales de cada capítulo y los traduce perfectamente al escenario. Esta adaptación va dirigida para cualquier público, tanto grandes como pequeños logrando conmover y transmitir su mensaje de manera clara y emotiva, sin perder la ternura que caracteriza la novela original.


Esaú Cubero como director nos da una propuesta bastante completa ya que tiene muchos elementos visuales importantes como lo son proyecciones, coreografías, vestuarios llamativos, caracterizaciones que desde un inicio llaman la atención del público, todo esto es importante ya que logra que nunca te perdás mientras sucede la historia. Actoralmente, hay un trabajo más enfocado en lo corporal y en el juego, pero sin perder la historia que se nos está contando lo que permite que la obra fluya de manera natural y mantenga al público conectado emocionalmente con cada momento del montaje.

Cristian Salazar interpreta a Zorbas, un gato grande y negro que vive en el puerto. Cristian es quien lleva el ritmo de la obra y también es el que lleva al público en la historia. El actor hace de Zorbas un personaje sumamente entrañable y que se quede en la memoria del público porque lo aborda de una manera muy noble y generosa que hace que desde el primer momento, logrés una conexión con el personaje. Podemos ver el viaje de su personaje totalmente, cómo al inicio está inseguro y temeroso de poder cumplir con la tarea que se le fue asignada y al final, esa satisfacción al lograr su objetivo y ese orgullo como ese papá que Afortunada - la gaviota que cuidó durante todo este tiempo- vio en él.


Mercedes Gazel interpreta a Afortunada, la pequeña gaviota que nace del huevo que Zorbas ha estado cuidando. Mercedes aborda a su personaje desde un lado más físico y aunque no tenga tantos diálogos, siempre está presente con sus reacciones ante las diversas situaciones. Desde el primer momento, en que ella aparece se roba el corazón del público y empatiza desde el primer momento con ella al comprender sus temores y al encontrar el apoyo en Zorbas y sus amigos logra finalmente volar, lo que hace que el público se conmueva en este momento al ver todo lo que Afortunada ha enfrentado para poder llegar a cumplir ese objetivo, convirtiendo su vuelo en un símbolo de esperanza, valentía y crecimiento personal.


Alonso Chaves y Rebeca Alemán interpretan a Colonello y a Secretaria, respectivamente. Colonello es un gato al que Zorbas llega en busca de ayuda porque era alguien con mucha experiencia por lo que podría darle consejos para lo que él necesitaba y Secretaria es la asistente de Colonello. Alonso y Rebeca abordan a sus personajes de una manera divertida, convirtiéndolos en una dupla interesante ya que constantemente están en este "estire y afloje" para Colonello conseguir que Secretaria haga lo que él quiere hasta que ella finalmente lo hace o que aporta una dosis de comicidad y frescura a la obra, mientras que la interacción entre ambos personajes agrega una capa de ligereza y contraste a la historia.


Adriana Alvarado interpreta a Sabelotodo, gato que tiene mayor conocimiento sobre algunos temas ya que vive entre enciclopedias y libros, y es a quien acuden Zorbas, Secretaria y Colonello para que les ayude a cuidar al polluelo de la mejor manera. Adriana hace de este personaje alguien que siempre está alerta para poder ayudar en lo que pueda, siempre estando presente para sus amigos y dispuesta a defenderles ante cualquier adversidad que se les presente, incluso con Afortunada. Alvarado logra dotar a Sabelotodo de una ternura y sabiduría que lo convierten en un pilar fundamental en la historia, mostrando que, aunque tenga gran conocimiento, su lealtad y su deseo de proteger es lo que realmente lo define como un personaje entrañable.

Las coreografías del espectáculo son de Ana María Moreno y funcionan como un complemento excelente de la puesta en escena, aparecen en momentos específicos de la obra; uno de ellos es cuando las ratas quieren atacar a Afortunada, con sus movimientos logran crear dos atmósferas: el miedo que siente la gaviota al ver estos animales que desconoce y la intención de las ratas de darle fin a Afortunada, utilizando el cuerpo como una herramienta de tensión y emoción que intensifica la conexión del público con la escena.


La música del espectáculo fue compuesta por Carlos Aguilar, la música juega un papel importante en ciertos momentos. Uno de ellos es cuando la peste negra llega a donde estas gaviotas están volando y Kengah queda atrapada en medio de esta, ya que nos transmite esa tensión y ese miedo que ella siente, pero al mismo tiempo, la esperanza de poder salir y dejar a su huevo en un mejor lugar antes de que ella fallezca. Otro es cuando Afortunada finalmente logra volar porque junto con el apoyo de los demás gatos, la música transmite esa alegría de que esto finalmente sucedió logrando un cierre hermoso para la puesta en escena.


El vestuario del montaje fue diseñado por Ana María Moreno. Los vestuarios de los personajes tienen cosas interesantes que también nos cuentan cosas sobre ellos, por ejemplo, en el de Sabelotodo en su bolso, podemos ver un libro que en su portada tiene símbolos matemáticos, que con solo eso nos dice que es un felino que tiene mucho conocimiento en distintas áreas, reforzando la personalidad del personaje y agregando una capa más de profundidad al montaje, donde cada detalle del vestuario aporta a la caracterización y a la historia que se está contando.


El videomapping fue diseñado por Christian Guillén. En este montaje, el videomapping ayuda mucho a contextualizar y a crear momentos únicos durante la puesta en escena. Uno de ellos es en el cierre de la obra, podemos ver una noche llena de lluvia en la que Afortunada va a hacer su primer vuelo, creando uno de los momentos más memorables de la puesta en escena donde la lluvia y la oscuridad se fusionan visualmente con la emoción del vuelo de Afortunada, convirtiéndolo en un momento lleno de belleza que queda en la memoria del público.

En conclusión, la adaptación de "Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar", dirigida por Esaú Cubero, es una propuesta teatral que logra transmitir con éxito los valores universales de la amistad, la solidaridad y la superación, manteniendo la esencia y ternura de la obra original de Luis Sepúlveda. La dirección aprovecha de manera magistral los recursos visuales, musicales y coreográficos para crear una experiencia inmersiva y emotiva que conecta tanto a niños como adultos. Las interpretaciones de los actores, destacando especialmente a Cristian Salazar como Zorbas, son profundamente entrañables, permitiendo que los personajes crezcan y se desarrollen de forma que el público pueda identificarse con sus temores y logros. La puesta en escena, con sus detalles cuidadosos como el vestuario y el videomapping, enriquece aún más la narrativa, convirtiendo cada elemento en un vehículo para la emoción y la reflexión. Este montaje, lleno de ternura y magia, deja una huella en el espectador, celebrando la esperanza, el coraje y la belleza del vuelo de Afortunada como un símbolo de crecimiento personal.

"Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar" se presenta en el Teatro Auditorio Nacional del 23 al 30 de abril con funciones dirigidas a público estudiantil y funciones abiertas a público general.


Todas las fotografías utilizadas al hacer este review fueron tomadas de la página del Teatro Auditorio Nacional.

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